lunes, 24 de enero de 2011

"Niña pluma, niña nadie", de Mar Benegas. Reseña de Jorge García Torrego


Jorge García Torrego es periodista y escritor.



Niñez y esperanza
El pasado jueves 4 de noviembre se presentó en la librería Traficantes de sueños la colección de poesía Candela, de la editorial Amargord. La hornada, coordinada y presentada por Rebeca Álvarez Casal se compuso de cuatro títulos. El primero, La mujer anochecía de Ada Menéndez, el segundo Breve testimonio de una mirada de Ana Vega, en tercer lugar, Con voz en punta de Estrella Juárez y por último Niña pluma, Niña nadie, de Mar Benegas, el libro que voy a comentar a continuación.

En Niña pluma, niña nadie, podemos ver que todavía, aunque parezca imposible, queda un paraíso que salvar. Un paraíso inocente, salvaje: Afuera un mundo / un sol / queriendo atravesar ventanas. Como dice su autora Mar Benegas desde la primera página del poemario, se trata de un microcosmos brillante, pero que está amenazado: Niña pluma niña nadie: Desde la esperanza -y dolor-de la fragilidad.
Porque hay un paraíso, un territorio ajeno al nuestro que mancillamos con nuestras vidas mediocres y adultas. El mundo de la infancia. En estos poemas los niños son los protagonistas, (Los niños siempre tenemos hambre y comemos serrín o cristales) pero su protagonismo es crudo y duele. Es una llamada para que despertemos. Dividido en dos partes, Los niños y ella y ¿de donde llega?, los poemas se cargan de aires y puños. De almohadas y puñales. De niños y economías.
En la primera parte corren niños tristes, con lágrimas en los ojos y con las rodillas sucias (por eso los niños morimos de pena / es lo único que puede matarnos). Lo extraordinario está a punto de desaparecer, pende de un hilo. La infancia está a punto de colarse por el guá de las canicas. Y aunque los niños sigan apareciendo (toda la noche se llena de niños), la infancia es explotada y torturada en nuestras sociedades perfectas. Al final de esta parte aparece una niña (niña pluma / niña vuela / niña nadie) que cree en lo efímero, en la primavera, (el tiempo no la crece / ni hay verdugo / para tanta primavera) y que da esperanza. Una niña que imagina y vuela.
En la segunda parte, titulada ¿de dónde llega? la palabra se despoja de su utilitarismo y se hace ala. Instrumento para imaginar. Para ser, de nuevo, niño. O no, tal vez mar u hormigas, en definitiva: -siempre- / una ligera esperanza.
La autora, después de rebotar contra la tecnología y el cristal, a la naturaleza. Una naturaleza que brota y renace en los ojos de la poeta, una niña renacida.
y entre escombros
tocó con sus dedos
-siempre-
una ligera esperanza.


Autora: Mar Benegas
Nombre del poemario: Niña pluma, niña nadie
Editorial: Amargord
Colección: Candela
Páginas: 55
Coordinadora de la colección: Rebeca Álvarez Casal




Jorge García Torrego es escritor y periodista. Desde hace un tiempo colabora en diferentes medios culturales y pretende publicar un libro de poemas y otro de cuentos. Casi nada. Ha ganado algunos premios literarios de entre los que destaca el Premio Internacional Círculo Cultural Faroni 2008.

viernes, 21 de enero de 2011

El Grito, de Cartopiés Cartonera. Reseña de Jorge García Torrego


Jorge García Torrego es periodista y escritor.


El Grito, de Cartopiés Cartonera

Cuando la gente dice que la poesía, que el arte en general está muerto, que ya no sirve para decir cosas, siempre intento llevarles la contraria. Intento decirles que no, que la poesía y el arte siempre luchan, que están ahí, moviendo las tripas, ocultos pero presentes. Y es que la poesía combativa, la que no aguanta y tiene que salir por algún lado, al final sale. Ya sea en un bareto de Malasaña o en las calles gastadas del D.F. Pero joder, la poesía al final aparece. Tiene que aparecer.Me resisto a convertirme en el miedoso sonriente/APAGADO/que quieren los dueños/de todo.R. Israel Miranda.

El grito tiene una portada artesanal, así que esta es una de las muchas portadas posibles de El grito


Hay editoriales que no se conforman con los nombres conocidos, y quieren saborear otras fuerzas, otros sentimientos. Son editoriales pequeñas, que dejan espacio a los que empiezan. Existen editoriales que intentan publicar a gente que empieza (cangrejo pistolero, o El gaviero entren otras) pero Cartopiés Cartonera es otra cosa. Para ponernos en situación, las cartoneras empezaron a brotar en las calles de Buenos Aires, ahí donde las monedas no abundaban y las ideas había que atraparlas y atarlas a un papel en blanco. La primera cartonera se llamaba Eloísa Cartonera y nació en 2003, y desde entonces, este nuevo tipo de editorial alternativa se ha expandido como una cerilla sobre unos cartones. Los materiales son básicos, cartones, materiales reciclados, y libros baratos. Esa es la base común de las cartoneras.

Acto de presentación de El Grito 




Actualmente hay editoriales en casi todos los países latinoamericanos, y en España, junto a la sevillana Editorial ultramarina & digital, que aúna el mundo del cartón y el digital, alborota la capital una editorial revolucionaria y alegre: Cartopiés cartonera. Nacida en mayo en Lavapiés, intentan otra manera de manejar el arte, de ser consecuentes con el potente mensaje que manejan; la poesía. son autogestionados, independientes, y quieren cambiar las cosas.

Cada libro es diferente, artesanal. Colectivamente han sido pintados, cosidos y mimados por los los miembros de Cartopiés. Este segundo libro, llamado El grito, sigue a Inla-Kesh (Eres otro yo), el primer volumen de poesía que nació en esta editorial.

Pero El grito, que es el libro que nos ocupa, es un libro que llama al arte, a la sublevación de lo latente ante lo opaco y gris. Una revolución ante lo falso, lo superficial y lo manido. Porque somos Salvajes dormidos en su instinto como dice Olmo Panatta. También poetas como Max Rojo (Premio Iberoamericano de poesía Carlos Pellicer 2009) o los coordinadores del libro, Mónica Gameros y Luis Carmona, sueltan sus lenguas en estas páginas para contagiar al lector de un sentimiento puro, que surge de abajo y que pretende escurrirse por todas las calles. Como dice Luis Carmona: Si se atreve a ser él mismo/ abierto en canal/no hace falta naufragar.

Y el pasado 27 de Noviembre estalló El grito en La Nave El Clown Milenario, un local ubicado cerca del metro Oporto, al sur de Madrid. Tomá ya. Acompañados por la música del Proyecto X, se leyeron poemas como el del mexicano José A. Santos Guede que conseguía paralizar las orejas: Algún encuentro fugaz/consigue orgasmar/la monotonía cotidiana/de la madrugada. Se podía comer, se podía beber, y se podía disfrutar de un chorro de arte que te golpeaba en el pecho y te decía que aún hay esperanza. Sergio Escribano, alias Pirata, entre otros poetas lectores, nos golpeó con sus poemas y su energía: Calle, somos calle,/fuimos sombra,/fuimos nombre,/fuimos, somos y seremos/versos (besos y caricias). Dejamos sin agujas los relojes,/radicales,/somos rocas, intifada,/somos lucha, grito,/somos libres,/somos cumbres,/somos astros constelados.

El grito; compilación iberoamericana de poesía 2010.
Compiladores, Mónica Gameros y Luis Carmona.
50 páginas.




Jorge García Torrego es escritor y periodista. Desde hace un tiempo colabora en diferentes medios culturales y pretende publicar un libro de poemas y otro de cuentos. Casi nada. Ha ganado algunos premios literarios de entre los que destaca el Premio Internacional Círculo Cultural Faroni 2008.

domingo, 16 de enero de 2011

"Soumenlinna", de Javier Calvo. Reseña literaria de Antonio Guerrero

Soumenlinna

 Antonio Guerrero




En esta ocasión, ha sido otro libro el motivo de mi realización. Y digo realización porque cada vez que cae en mis manos uno de los ejemplos literarios de la generación nocilla – o afterpost – siento una gran satisfacción personal. Cada uno de esas muestras ponen en juicio que la literatura es un experimento y que bajo ella debe haber un hilo profundo de eticidad.  La realidad, como dijo Lacan, es la suma de nuestras fantasías y del nuestros símbolos. Sería un desperdicio no entender el libro (el producto ) como un campo de trabajo intencionado en el que reconstruir no solo la realidad si no los conceptos mismos.  Y sería también otra desmejora no tratar de utilizar dicho esfuerzo para plantear algunas cuestiones éticas en un mundo sucumbido bajo la crisis de conciencia.



Creo que mi adicción a este tipo de libros vino con Agustín Fernández Mallo y con Vila-Matas. La trilogía Nocilla demostró que experimentar no solo era posible si no necesario. La carga de metaliteratura e incluso de hibridación de lenguajes supone elevar un grado más el arte de la escritura. Y como no, y como si,  no íbamos nosotros a seguir un rastro tan claro y emergente sobre las letras.

 En este caso ha sido Javier Calvo el responsable de mi indagación. Ha escrito un genial libro de relatos dignos de la generación nocilla de la que es miembro. Su obra es Soumenlinna. Un nombre interesante.  En su trabajo he encontrado a una adolescente problemática que ha cometido un crimen racista y que acaba de salir del correccional. En torno a ella aparece el entramado de su mundo. Si debo decirlo todo, un mundo lleno de entresijos. Las personas que la rodean tienen muchas peculiaridades tan cálidas como desagradables. Forman un laberinto psíquico lleno de síntomas y subterfugios. Y todo este universo está descrito con una genial traza de estilo. Javier Calvo ha ofrecido una marca narrativa que conduce muy bien hacia todas las concavidades. Además, tiene una excelente manera describir los escenarios. Sobre todo tiene  la vendible sensación de que lo dicho es muy coherente.
La localización de la historia me sorprende mucho, lo reconozco: la isla de Soumenlinna ( Se encuentra en algún lugar del Mar Báltico frente a la costa de Finlandia. O tal vez no, pienso.) Pero hay algo que me asombra aún más: su obra no es solo una historia. A mi juicio es otra cosa. No se dan elementos simbólicos en el libro, ni alegorías del mundo real. Es justo al contrario: lo real, el mundo, es la metáfora de la historia.  Esto es la paradoja hermosa que debéis descubrir. O no. Quizás lo mejor sea disfrutar a pesar de no comprenderlo.
Para finalizar, diré, que en el último momento de la lectura una imagen cierra el contenido: la hibridación de lenguajes certifica el desenlace final.

Antonio Guerrero es Diplomado en Relaciones Laborales. (U.H.U.) y Estudiante de  Filosofía. UNED. Almería.  

El Camino de los Sabios. Reseña de Antonio Guerrero

El Camino de los Sabios

 Antonio Guerrero






¿Qué puedo encontrar en las palabras? O dicho de otra forma: ¿qué puedo encontrar en un libro, al margen de las hipostasías de la realidad? En mi tarea como lector he encontrado una sorpresa literaria. Por casualidad pasé hace semanas por una librería de barrio. En el escaparate detecté un trabajo desconocido: “El camino de los sabios”. Se trataba también de un escritor nuevo para mí: Walter Riso.   Lógicamente tuve que entrar y examinar aquella obra. Tras leer una sinopsis y algunos párrafos no puede resistirme; lo compré. Para un estudiante de segundo ciclo de filosofía aquello tenía un interés especial. Se trataba de un ejemplo de filosofía práctica. Por si debo decirlo todo, esa expresión: la filosofía práctica representa un reto y una exigencia de para filósofos actuales. Podría concebirse como una obligación de lo profesional y de lo cotidiano; tal vez una demostración de aquello que se quedó en desuso en el terreno de las utopías.


Para bien, este libro supone un experimento literario que hace eco de posibilidad  práctica.  En forma de ensayo predica que el pensamiento clásico aún esta vigente. Lo hace con relatos biográficos de filósofos y con resultados de experimentos con pacientes.  Walter Riso, Italo-Argentino, que trabaja como psicólogo en Barcelona, ha demostrado que la filosofía,  que va desde algunos presocráticos hasta la época helenística y romana, nos es muy útil todavía.  Parte de un planteamiento muy simple: nuestra mente dispuesta culturalmente tiene unos patrones. Estos, se han transmitido por diferentes vías; pero su estructura está intacta desde momento de la creación grecolatina. - Se refiere a la formación de ideas y de conductas vinculadas al pensamiento .  Tales como la idea de lo bueno y de lo malo, del placer, de la felicidad y de las consideraciones sobre el libre albedrío -. Bajo esta hipótesis efectúa un trabajo de campo y descubre que una mente con disociación, bajo el yugo de una enfermedad mental, no solo es consecuencia de factores personales y/o circunstanciales; también lo es por la modificación de su estructura mental – cultural -. Según Riso, si somos capaces de restaurar al estructura cultural la curación del paciente es mucho más rápida. O dicho de otra forma, recordar o informar de las ideas que nos inculcaron antes de la enfermedad  sirve para mejorar y por lo tanto para aspirar a la felicidad individual. De esta forma la filosofía se convierte en algo extraordinario:  una terapia cognitiva. En el desarrollo del ejercicio psicológico se establece un diálogo, adoctrinal, con el profesional. En este viaje no solo se práctica un análisis de la existencia del enfermo; también se debate cuáles son las creencias ahora y antes de la enfermedad.
El autor de esta obra, que ha obteniendo resultados extraordinarios en su propia consulta, utiliza las ideas de los filósofos para que sus pacientes reflexionen sobre si mismos y para que reconstruyan su personalidad. Enfrentarse a las creencias y a la cultura es una forma de restauración individual. Al mismo tiempo es una forma de difusión de la filosofía magnífica.
En el groso del libro se estudian a muchos filósofos de la antigüedad. Quizás, y coincido con ello, se ha detenido en varios casos por su peculiaridad: Sócrates, Epicuro y Diógenes. El primero era un provocador por excelencia, que se autodenominaba: el tábano. Su tarea consistía en acosar a preguntas a su adversario hasta que este llegaba a contradicciones – Mayeútica -. Entonces, y solo entonces, Sócrates decía que sólo sabíamos que no sabíamos nada. Ese es el camino para comenzar por el principio. La vanidad intelectual nos pierde y nos pervierte. Epicuro, reflexionaba sobre el placer. No de un placer puramente hedonista y lujurioso, al estilo de ciertos patricios romanos posteriores. Su placer era reflexivo y consistía en alejarse del dolor, de toda clase de dolor. Al final se quedaba en paz, en su jardín, envuelto por una agradable incertidumbre. Podría decirse que era un optimista: todo lo revestía en su conciencia de la mejor manera posible para acercarse a al felicidad y disipaba de la misma aquellos pensamientos que le conducían a las angustias. Por último Diógenes, requiere para mi una atención especial. Cuando dijo qué cada vez que observaba a las personas se daba cuenta de lo que admiraba a los animales, lo dijo todo. Su vida de perro ( cínico perro) consistía en plantear una contracultura. No se dejaba dominar por normas ni costumbres, todo lo contrario vivía sin más a su manera, efectuando sus necesidades íntimas a la vista de cualquiera. Era el otro gran provocador porque sus actuaciones públicas llamaban la atención poderosamente y reflejaba que  vivir era mucho más sencillo de lo que parecía. Pero vivir así es un puro acto de valentía porque exige vivir sin tener en cuenta los comentarios de los demás y dejarnos llevar por nosotros mismos.  En una ocasión fue visto pidiendo limosnas a una estatua. Cuando le preguntaron por lo extraño de su comportamiento respondió qué se acostumbraba al rechazo de los demás, para hacerse más fuerte.
Es indudable que los ejemplos que Walter Riso utiliza y sus propias estadísticas clínicas demuestran que la filosofía es útil hoy en día. Su reto ha sido el siguiente: ver la filosofía desde el punto de vista de la psicología. Su logro, sin duda, un prototipo de filosofía práctica admirable.  A mi no me cabe duda de que este libro va a formar parte de mi biblioteca. El descubrimiento de su existencia, en una vieja librería que suelo visitar, me demuestra que los libros, los textos, pueden tener muchas cosas en su interior.  Como si de un organismo vivo se tratara, al exprimirlos escupen miles historias: algunas son relatos que desdibujan la realidad; otros son narraciones que encuentran los entresijos de nuestro interior; y otros enseñan que es posible una sabiduría – adoctrinal - útil y necesaria.

Antonio Guerrero es Diplomado en Relaciones Laborales. (U.H.U.) y Estudiante de  Filosofía. UNED. Almería.  

"Suponiendo la cicatriz como la posibilidad de la herida". Reseña de Jorge García Torrego


Jorge García Torrego es periodista y escritor.




 
"Este libro es la hostia" pensé cuando acabé de leerlo. Después, me dije, joder, soy un poco sádico. Y es que en este libro hay oscuridad, sangre, y miedo. Pero también terrenos en semioscuridad, que ocultan secretos y que dejan pasar, tamizada, la luz, la esperanza. El otro lado, lo que queda más allá y que de vez en cuando viene más acá, es lo que perturba y fascina estas páginas escritas por Rebeca Álvarez Casal del Rey. Otro lado producto de nuestra imaginación (a veces), que empieza, en el fondo de la oscuridad y termina llegando a nuestros ojos, a nuestras manos. Suponiendo la cicatriz... tiene cuervos y oscuridades de Poe, transformaciones Kafkianas, jardines y paisajes inquietantes, incluso siniestros, que recuerdan a Baudelaire paseando en un complejo residencial estadounidense de los años 50. Casi nada.


Como dice Julieta Valero en el prólogo, los intereses y capacidades de quien mira por detrás de estas páginas cogen impulso en el duro suelo, y es por eso que estas oscuridades, estos terrenos misteriosos, fangosos, son cercanos. Quizá demasiado.

El libro está dividido en dos partes. La primera, llamada La noche de perfil, escrita a partir de los apuntes de una novela a medio escribir, comienza con Cuervo, el poema que quizá descifre mejor lo que nos quiere contar Rebeca. Hay un resto de noche junto al día que empieza/(...)Hay un resto de noche de perfil/despeinando muñecas/cerca del mediodía. La inquietud que despeina a las virginales muñecas recorre el jardín y crea mundos aparte, misteriosos y siniestros. El tema de la inacabada novela será, según la propia poeta:el peso de lo que no se habla, lo que queda oculto; lo inquietante que está, y no, presente en la vida cotidiana.

En el poema Suponiendo la ausencia, aparecen los encargados de coser el hueco que dejan los cuerpos amados (bocas diminutas muerden gangrenando el adiós.), el frío que se construye queda tras el paso de la mirada, de la presencia: Suponiendo la cicatriz como la posibilidad de la herida./Y suponiendo que la ausencia coagule rodeada de insectos.

Esta parte acaba con un poema dedicado a la tragedia de Amstetten, la historia del padre que durante 24 años encerró a su hija y la violó reiteradamente y tuvo siete niños de su captor. El poema, titulado La hija del monstruo, es oscuro, extremadamente crudo y áspero, como no podía ser de otra manera: fui, enmudecida de cemento, oruga pariendo bajo el césped.

Tras este poema empieza la segunda parte titulada Antes del aire, y aquí Álvarez Casal habla de nacimientos, de erupciones extrañas en mundos crueles y fríos. Habla de nacimientos entre lo desconocido. Y lo recién nacido, aún con trozos de nada encima, acaba huyendo de si mismo: huyes del cordón umbilical que te rodea el cuello.

Rebeca Álvarez Casal del Rey nos habla de gusanos, de crisálidas, de mujeres fatales a punto de nacer: en el rincón de la crisálida, /como un tumor aguarda/(toda odio, dientes/hambre, venganza y garfios): la bestia.

Las letras de Rebeca pesan, están llenas de misterio, de zonas en penumbra, de rincones y secretos. Los versos se muestran esquivos pero tremendamente atractivos, quizá, en algunos momentos, incluso sensuales. Una extraña belleza que apunta lejos, a un lugar más allá.

Y es que pese a llenarnos las manos de babas, de placentas y de oscuridad, se puede encontrar en estas páginas una cierta tendencia a la esperanza, como si este libro fuera una tumba, un agujero enorme donde podamos meter toda la casquería que nos oprime, que nos asusta, para que fuera, a ras de suelo, nazca algo, o flores u orugas da igual, pero que nazca y viva.




Ediciones Amargord

Jorge García Torrego es escritor y periodista. Desde hace un tiempo colabora en diferentes medios culturales y pretende publicar un libro de poemas y otro de cuentos. Casi nada. Ha ganado algunos premios literarios de entre los que destaca el Premio Internacional Círculo Cultural Faroni 2008.

domingo, 9 de enero de 2011

ATERRIZAJE A TRAICIÓN. Reseña de Francisco Javier Illán Vivas



ATERRIZAJE A TRAICIÓN




Reseña literaria de Francisco Javier Illán Vivas.





Antonio J. Capel Riera sorprende en esta novela a los que hemos leído, hasta la fecha, lo que ha publicado, pues si esperábamos una comedia, nos encontraremos con un drama donde el autor pone de manifiesto su conocimiento de la aviación, los términos que en ella se utilizan y otros detalles que dan realidad a esta historia de una mujer Mary Smith, entre dos hombres, Peter Sánchez Y Robert Taylor.
Así de sencillo podría pensarse que la trama es facil de adivinar, pero no cuando se está a miles de pies de altura, en un Jumbo 747, y Peter Sánchez es el piloto y Robert Taylor el copiloto.

Además, el autor añade un elemento distorsionador, el teniente William Meyer, pasajero del vuelo, de regreso a Estados Unidos desde su destino en Bagdad, un hombre atormentado que será protagonista, héroe a la fuerza, tras la tormenta de sentimientos que se desboca en la cabina del Jumbo.
El FBI, militares en Estados Unidos y en Bagdad, un afamado psicólogo neoyorquino y un mecenas que ama más la vida que el dinero, serán los elementos que rodean la trama hacia un final inesperado que responde al título elegido por Capel Riera: aterrizaje a traición.


FICHA:
ATERRIZAJE A TRAICIÓN
de Antonio J. Capel Riera
Edita: Azarbe, S.L.
Murcia, 2010
Género: narrativa
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-96946-83-5
133 páginas.
Página del autor.
Portada: Cindie Capel Durán
 



Francisco Javier Illán Vivas es escritor, poeta, crítico literario, periodista, coeditor de la revista poética ÁGORA, agitador cultural murciano y un sinfín de cosas más...